Creo que lo mejor que puede hacer la ciudad de Quito es acostumbrarse a vivir con fuertes lluvias y torrentes por la naturaleza de nuestro clima y la topografía irregular que tenemos al estar asentados sobre las montañas.
Nunca me olvidare del invierno del 2015. Particularmente el 17 de abril, cuando fui uno de los testigos de la muerte del taxista arrastrado por la corriente. En esa época ya vivía yo en la Venceremos 1. Eso era olvidado, con las justas había agua potable y alcantarillado.
El llamado río Congo era una quebrada pestilente que crecía en invierno y se volvía peligrosa. Es más que merecido, para la gente de la zona, el que se haya hecho ese puente grande y fuerte, así como que se haya limpiado la quebrada.
Digo esto porque oigo que algún despistado critica a la obra como de relumbrón. Como que los pobres no tuviéramos derecho a la seguridad y a una vía pavimentada.