La actitud que han adoptado algunos militantes de Alianza País para con el accionar del Presidente Lenin Moreno, no es procedente en absoluto.
Están tratando que la actuación del actual mandatario sea solamente un reflejo de un pensamiento único, de una sola voluntad. Es necesario que tengan claro, quienes así piensan, que el ser humano, afortunadamente es diverso, que los pensamientos, cuando de un ser humano pleno se trata, son únicos e individuales. Pretender que todas las personas piensen de un mismo modo, es atentar contra la naturaleza de las personas.
Tratar de uniformizar el pensamiento y el accionar de las personas es propio de mentes aprisionadas bajo el peso del dogmatismo, del fanatismo, detenidas, por falta de razonamiento, en ideas fijas, incapaces de evolucionar y adoptar o adaptar ideas distintas.
Quienes voluntariamente han aceptado actuar y proceder según la doctrina de un pensamiento único, han dejado de lado la parte humana, estampada aún en la misma Biblia, que habla del libre albedrío (¿y se llaman cristianos?), y se transforman en el fiel reflejo de aquello que Etienne de La Boetie describió en su ensayo “El discurso de la Servidumbre Voluntaria”.
Sería importante que la población lea ese ensayo, y los políticos mucho más. No hay nada más denigrante para un ser humano que aceptar ser parte de una servidumbre voluntaria.
El hombre, por naturaleza, es libre, y como tal está en capacidad de aportar con ideas propias al progreso de la especie humana.