Con todo lo que viene aconteciendo en el campo de la política, resulta muy difícil dar un pronóstico más o menos acertado de lo que puede suceder en las próximas elecciones, pues como nunca antes, hoy las miles de afiliaciones falsas confunden y desconciertan al electorado, y mientras tanto los candidatos a la Presidencia siguen apareciendo sin que se consolide el propósito de coincidir en un candidato único que pueda hacer frente a la formidable campaña del Econ. Rafael Correa, que sin duda alguna aparece como el seguro triunfador a la reelección gracias a que el pueblo sencillo y empobrecido, se siente favorecido y satisfecho con el bono de la pobreza que recibe del Gobierno, razón por la cual estos miles de votos están asegurados para el candidato Correa.
Por otro lado, las propagandas sabatinas infaltables que aprovecha el candidato Correa para promocionarse, le aventaja enormemente frente a los contendores que no pueden manejar campañas similares por mucho dinero que inviertan, cuanto más que no se puede desconocer la experiencia y capacidad intelectual del Presidente para convencer al electorado. Los contendores tienen que utilizar las mismas armas para alcanzar una mayoría relativamente necesaria y equilibrar así la lucha por el poder.
Otra de las grandes ventajas que tiene el candidato Presidente es el de poder desplazarse con la mayor facilidad a todos los rincones del país y, a la vez, ocupar la pantalla chica de la televisión con la mayor frecuencia posible.