Reciban mis mejores deseos por una Feliz Navidad y un 2013 en que se enraice la necesidad de vivir en libertad.
A través de ustedes hago un llamado a mis hermanos ecuatorianos a recuperar prudentemente la dignidad perdida y exigir fuentes de trabajo, renunciando a los bonos denigrantes.
A todos los medios de comunicación a no convertirse en cómplices silenciosos acobardados de la anulación del pensamiento.
A quienes manejan los poderes civiles, militares, religiosos, económicos a recuperar su honestidad y su cordura, incluyéndose en la vida de trabajo y responsabilidad social.
Paz profunda en el corazón y a vivir con la esperanza de mejores días.