Señor Alcalde: fui y soy partidaria suya y, como tal, estoy a la expectativa de lo que como electora espero de usted. Considero que aún es prematuro juzgar su obra. Tengo solo una sugerencia.
Aún no se ha probado su eficiencia. Se trata de una vacuna contra la politiquería que, creo, vale la pena que la ensaye, pues si da resultado es posible que su Alcaldía tenga el éxito que todos le deseamos.