Escribo en respuesta al artículo “El nuevo Papa ¿es nuevo?”. Quisiera aclarar ciertas cosas. Primero, la Iglesia no es una organización social o de poder, es una institución fundada por Jesucristo, Dios y Hombre verdadero. Tiene como fin la salvación de las almas y debe ser intransigente en lo verdaderamente sustancial, que es la doctrina. La misión del Santo Padre es conservarla, no “modernizarla”. En cuanto a temas controversiales, su postura es firme y lo seguirá siendo.
La simple visión humana no es capaz de comprender que una sociedad como la Iglesia, siga en pie e influya tanto. Sinceramente yo tampoco lo entendería sin fe, por lo que recomiendo a los que están apartados de la Iglesia que antes de hablar acerca de ella, la miren desde dentro. Esta empresa sobrenatural es de Dios, no de los hombres. Es perfecta. Francisco cuenta con todo el apoyo de los católicos. ¡Viva el nuevo Papa!