Es un elemental consejo a los turistas al valle de Cumbayá, que si desean visitar este paraíso, tengan en cuenta los riesgos que tiene que pasar, en el paisaje lunar. Así es, es lo que les pasa a las vías que están junto a la superviva, la Ruta Viva, lo que queda de las cuatro calles, son grandes cráteres que son unas barreras a paso de todo ser humano que se atreva a desafiarlos.
Alcalde de Quito, no es posible que trate así a quienes buscamos un mejor lugar de vida, es necesario que se entienda que las calles son indispensables para la circulación diaria de los habitantes, las calles tienen que permitir un una fluida circulación, tiene además que contar con veredas que garanticen a los peatones su seguridad, que dispongan de iluminación nocturna y de buena señalización.
Nada de eso tiene los cráteres sucesivos consideradas calles, y el Alcalde de Quito no da ninguna solución al maltrato diario que se les somete a los escolares de la zona, al paso de sus buses con los riesgos de accidentes y con los problemas ambientales.