El Presidente llamó agoreros a quienes advertimos sobre la caída del precio del petróleo. Agorero, según el diccionario, es “el que predice o anuncia con poco fundamento males o desdichas”. Si un médico, luego de examinar un paciente, le dice que tiene una enfermedad seria, le anuncia un mal pero con fundamento, por lo que no es un agorero.
El tema petrolero se refiere a mercados internacionales donde existen compradores y vendedores, productores y consumidores. Lo que puede ser un mal anuncio para unos países, compañías o personas, puede ser, al mismo tiempo, un buen anuncio para otros. Con esto en consideración, quien pronostica el precio del petróleo hacia arriba o hacia abajo, no es un agorero ya que no necesariamente anuncia un mal o una desdicha. Menos aún, cuando quien pronostica tiene un récord de éxito en sus pronósticos, emitidos no solamente con fundamento sino con buen juicio, ya que con los mismos fundamentos algunos pueden llegar a conclusiones equivocadas.