Hemos empezado una nueva carrera electoral para elegir a nuestras máximas autoridades. Como no soñar en que esta campaña sea diferente, los electores estamos ya fatigados de tener siempre los mismos mensajes donde los candidatos gastan sus energías en criticarse mutuamente, recordar el pasado, verdades muchas veces a medias, recordarnos lo malo que es el país y sus peores actos. No será que para esta campaña los candidatos se refieran más a sus propuestas concretas de Cómo generar empleo digo –creo que es una alarmante prioridad-, planes de Cómo proteger a los ancianos que aunque no voten requieren de nuestros mejores esfuerzos y apoyo, de Cómo tener servicios de salud con medicinas para todas las serias enfermedades, de Cómo tener una un proyecto educativo que tome en cuenta la formación a padres, profesores y alumnos. Los actos de corrupción que aparecen cada día en los medios de comunicación no hacen sino confirmar que lo que se requiere es formar desde niños en escuelas y hogares con valores sólidos y para eso maestros y padres deben ser el ejemplo y los primeros educadores.
Veamos qué candidatos quieren de verdad hacer una campaña diferente y propositiva. Ya basta de ofrecimientos vanos y sin contenido práctico y ético.