Señores Presidente de la República, ministros de: Salud, Turismo, Medio Ambiente, Bienestar Social, Seguridad Interna, Jefatura de Salud de Pichincha, Seguro Campesino, empresas de turismo, hosterías, hoteles, restaurantes, fincas y habitantes del noroccidente desde Mindo a Puerto Quito y Ecuador en general:
Desde hace mucho tiempo el noroccidente es víctima de un acto despiadado de lesa natura y lesa humanidad. Allí se producen en una empresa chanchera cerca de 30 000 kg diarios de excremento de cerdo lo que significa tres toneladas; favor multiplicar por 30 días y 12 meses; cantidad que se distribuye o se estanca en todas las zonas de influencia del principal río Caoni pues a el afluyen el Achotillo y La Sucia, principales receptores de las “evacuaciones” de la boyante empresa. El delicadísimo sistema ecológico de esta parte del noroccidente está siendo aniquilado y pone en riesgo a toda especie viviente incluida la humana. Una parte de dicha especie amamos la vida, la naturaleza, la salud, y no podemos permitir que se ponga en riesgo la vida de nuestros semejantes.
Me dirijo a ustedes como médico, ciudadano común y frustrado “turista” y aunque me da mucho dolor pido declarar al noroccidente en emergencia sanitaria, y prohibir toda actividad turística hasta que el Estado devuelva las condiciones higiénicas de ese hábitat pues actualmente “no es apto para la vida y peor el buen vivir” por la contaminación bacteriana, parasitaria, micótica, química, de su tierra y sus ríos con materia fecal de cerdos, y del aire por el metano secundario a la descomposición de la misma.