Es frecuente en algunos sectores de nuestro Quito, escuchar por los parlantes que tienen las camionetas que se utilizan como tiendas, las ofertas para vender sus productos. Cuando ofrecen el quintal de papas por USD 10, sí 10 dólares, no sé pero me suena como muy barato.
Actualmente el Gobierno tiene las cosas reglamentadas, y, bien cuidadas; también ayudar a estos compatriotas que tienen que vender casi perdiendo sus productos. Para que pidiendo el precio justo, se sientan protegidos y sigan cultivando el campo. Nosotros en la ciudad agradecidos, compremos las cosas buenas, naturales.
¡Apoyemos a nuestros campesinos!