Resulta un contrasentido cívico lo dispuesto por el Ministerio de Educación, mediante acuerdo Nº 180 del 4 de mayo pasado, de que en las escuelas no se haga más la ceremonia de abanderados en el séptimo nivel de básica, limitando el acto solamente concluida la secundaria. Se pierde un momento cívico fundamental en una importante edad para los niños.
La decisión rompe una positiva tradición cívica y cultural. Además la norma, al aplicarse desde este año, deja sin efecto el merecido esfuerzo de los mejores estudiantes , por lo que en el peor de los casos, debería incorporarse una disposición transitoria para que su exigibilidad se dé luego de cinco años y no de forma inmediata.
El Gobierno debe garantizar a los padres de familia el derecho previsto en el Art. 29 de la Constitución, “de escoger para sus hijas e hijos una educación acorde con sus principios, creencias y opciones pedagógicas”, disponiendo una revisión inmediata del contenido de varios de los textos escolares, ya que en algunos existen contenidos con una carga ideológica inaceptable e inexplicable.