Las autocracias que caen en efecto dominó son vÃctimas del nuevo poder mundial: las redes sociales. Muestra de ello es la prisa por estrangular el acceso a estas páginas, a la red en general, y a las comunicaciones móviles para evitar la propagación memética de las ideas. La información circula por Internet en tiempo real gracias a la neurona planetaria. Las expresiones de libertad atraviesan a velocidad luz las densas cortinas de propaganda y el pensamiento prolifera, ya no lineal, sino geométricamente. El mundo de hoy es global, de interconexión instantánea y simultánea. ¡La censura quedará atrapada en estas redes!