¡Sí, a la paz! Los discutidos premios Nobel de la Paz a Obama (censurado por la izquierda y pacifistas), y de Santos; orquestado en la Habana (criticado por la derecha y las víctimas del conflicto). Discutidos, cuando al indio de calzones cortos, Gandhi, “ejemplo de la no violencia,” no se lo dio. Si ganaba el “SÍ,” ¿seguramente, premiados los nominados R. Castro y Timochenko, y por magia, ciudadanos ejemplares? Practicantes de la esclavitud y la violencia.
“Impensable, pero justo, otorgárselo al Pueblo Colombiano, víctima que ansía la paz hace 70 largos años (persecución fratricida de los conservadores en el poder a los liberales, 2 años antes del asesinato de J. E. Gaitán en 1948), y que no quiere otra sangrienta y dictatorial Venezuela de 17 años.” El Pueblo Cubano anhela la libertad hace 57 largos años, “sin que a casi nadie le importe.” Juez y parte: los Castro, Maduro, europeos donde los revolucionarios pasean, Santos es señalado cercano a Fidel con foto inédita, Noruega (y presidenta del Nobel), con intereses petroleros en Colombia y cancha propia en Cuba. Empresa millonaria del gobierno por el “SÍ o la guerra.” “Sin escuchar al Pueblo que habló en las urnas.” Preocupación por las FARC al poder y mayúsculas concesiones políticas y democráticas. Colombia “NO” ve el fin de la guerrilla con el narcotráfico. “Difícil paz, con quienes por ideología cogieron las armas y se volvieron delincuencia.” ¿Por qué no, el Nobel de la Paz a Gandhi – post mortem – libertador sin lanzar una piedra? ¿Por qué, “la nobel Rigoberta Menchú y otros líderes,” no defienden la “PAZ” en Venezuela, violentada por el totalitarismo, y México, por el narcotráfico infiltrado en todo el país; que asesinan y someten a sus pueblos, la esclavitud en Cuba, etc.?