El crecimiento turístico juvenil que ha tenido este balneario de la Costa ecuatoriana ha pasado desapercibido para las autoridades de control de la provincia y las cámaras de Turismo que, en coordinación con la Policía Nacional, tenían que haber precautelado este pulmón turístico que genera inmenso bienestar económico; es decir, no reprimir al visitante ni alterar el diario vivir allí, pero sí estar permanentemente vigilando a personas que podrían estar atentando a los turistas.
El asesinato de las dos chicas argentinas es un acto devastador para la sociedad y la imagen de los que vivimos en este país.
Montañita cautiva y acoge a miles de jóvenes del mundo por sus playas, el surf y el ambiente único. Se deben ejecutar planes de seguridad.