EL COMERCIO publicó (18-01) un resumen del estudio de la organización humanitaria Oxfam. En 62 personas se concentra la riqueza, es decir, aquellas poseen “exactamente lo mismo que la mitad más pobre de la población mundial”.
Tal estudio se hizo público en vísperas de la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos. Añade el estudio que entre las causas para que crezca la desigualdad social, está la aplicación de impuestos insuficientes a los grandes capitales y sus ganancias. Otro factor es la continua transferencia de beneficios a paraísos fiscales.
Para quienes nos decimos cristianos, tal desigualdad económico-social nos debe llenar de coraje. La riqueza es bienvenida cuando se la destina a crear fuentes de trabajo para tantos y tantos desocupados que hay, para dar empleo a los inmigrantes, a los desplazados, a aquellos que mueren de hambre y necesidades; en fin.
Saber que en el Ecuador hay personas egoístas y acaparadoras de riquezas -muchas veces mal habidas- que se oponen a que se aumenten los impuestos a las herencias y a la plusvalía.
El proyecto de herencias, según el presidente Correa, estaría dirigido a menos de dos por ciento (2%) de la población; con esos ingresos se aspira a crear un fondo para becas. El proyecto de plusvalía, para los municipios.