La unánime presión internacional impidió que el Régimen impusiera la censura de prensa por la vía de facto judicial. El fracaso del método de acoso con demandas millonarias de desacato, lleva al régimen a cambiar su treta.
Ahora, se busca implantar un comité de censura, mediante una ley inconstitucional que permitirá a una oficina de burócratas intimidar a diario a la prensa privada para que se autocensure y no denuncie o investigue la corrupción del Estado y criminalizar el libre pensamiento es lo que a la verdad oficial más le va y le viene.