La corrupción es un problema que se ha convertido en el pan de cada día de los latinoamericanos. Cómo combatirla y quiénes son los involucrados son las interrogantes que han tomado fuerza en Ecuador y en los países de la región, a raíz de los escándalos por sobornos a funcionarios públicos que involucran a la constructora brasileña Odebrecht.
Tras el reciente fallo de la autoridad jurisdiccional brasileña contra Lula da Silva a 9 años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, se han generado una serie de cuestionamientos sobre si el juez Sergio Moro tomó una decisión acertada o no. Esto último, debido a que se argumenta que el expresidente está siendo perseguido por su interés de candidatizarse en las Elecciones Generales de octubre de 2018, donde hasta el momento, encabezaría las encuestas.
Sea o no cierto esto, los ciudadanos brasileños más allá de tener hipótesis a favor o en contra de da Silva, necesitan acciones basadas en pruebas reales, que les permita recuperar en algo la confianza que han depositado en sus gobernantes o condenar a aquellos que abusando de su autoridad han sacado provecho personal y económico, perjudicando así al pueblo.
Las investigaciones deben continuar. La ciudadanía merece conocer la verdad.