Tengo 58 años, mis recuerdos de Liga empiezan en la niñez, con mi padre en el estadio de El Arbolito jugar contra Santos de Brasil, 1969 Campeones. Tener los hijos, sembrar en sus corazones ese dulce sabor de hincha sincero y profundo. Luego más campeonatos y acompañarla en sus descensos, cómo no olvidar el partido en
el Atahualpa, con estadio lleno frente al querido Aucas, en la segunda categoría y luego el retorno para ser campeones nuevamente. Y así, triunfos y derrotas, llorar abrazado, con los hijos viendo al Campeón de la Libertadores, y una estrella dorada más. ¿Acaso la historia de mi Liga es un solo partido?, no, el cariño lo llevo con la ‘U’ en el corazón. Por esta historia y por muchas más, gracias mi Liga por todos esos momentos de gloria y de derrota, de triunfos y caídas, en la vida lo importante es levantarse y seguir adelante, con esfuerzo, con amor en lo que realizamos, con la frente en alto y agradeciendo a una institución que me ha dejado huellas profundas. Vamos Liga!