Será como el mismo poeta dice: “Nací en el siglo de la defunción de la rosa, cuando el motor ya había ahuyentado a los ángeles”. Y es así, en las aulas escolares, ya no se lee, y peor… poesía. Se ha ahuyentado de los pupitres la historia y literatura ecuatorianas. Los jóvenes ya no saborean “la nieve redonda” de “Lugar de origen”, ni apagan su sed con el “Poema dictado por el agua”; del “colibrí, aguja tornasol”, solo quedan 65 ejemplares de fibra de vidrio, formados y suspendidos en un “bulevar”, con ojos inexpresivos.
Los niños y adolescentes, ya no estudiarán sus metáforas, no comprenderán más el porqué “el ebanista”, “hizo plana su vida como una mesa humilde de madera olorosa”. No está más en las aulas, peor en el corazón, Jorge Carrera Andrade, ahora ocuparán su lugar, lo habrán ahuyentado… otras cosas.