El señor Pedro Delgado, hombre fuerte de la Revolución Ciudadana y de confianza de su primo el señor Presidente, ocupó importantes cargos amparado en su título de Economista. Cuya autenticidad fue siempre motivo de serias dudas por parte de elementos de la oposición, quienes desplegaron una extensa investigación hasta constatar que tal título era falso o sea que no existía. Al verse contra la espada y la pared, Delgado optó por declarar públicamente en televisión que el título que ostentaba era falso. Y que todo lo actuado fue fruto de una inmadurez en sus años 20, lo cual obviamente no justifica su actuación. Como es de conocimiento general, luego de sus declaraciones tomó el primer avión disponible y se fue a Miami, como que aquí no pasa nada. Su trayectoria en la revolución ciudadana y en los cargos que ocupó no fue más que una patraña y un vil engaño al movimiento político que pertenecía, a su primo y al pueblo ecuatoriano que veía en él un funcionario capaz y dispuesto a actuar de acuerdo a la ley. Algo muy grave es que la actuación de este señor se convirtió en noticia internacional, lo que ha contribuido muy eficientemente al desprestigio y deterioro de la imagen de nuestro país a escala mundial Se oye que estará de vuelta los primeros días de enero y es de esperarse que las autoridades inicien las acciones legales que correspondan a este delito y ojalá que el eventual juicio no quede en el olvido por “falta de evidencias” como muchos que reposan en la comisión de Absolución y Archivo de la Asamblea Nacional.