El Ecuador consternado por la muerte de un hombre monumental, llora profundo su partida hacia la eternidad. El doctor Jorge Salvador Lara, ilustre historiador, de riquísimo intelecto y auténtica veracidad. Importantísimo académico de la Historia y la Lengua que a su patria enalteció con devoto amor. Insigne hombre de fe ejemplar, testimonio viviente, del Evangelio pregonador. Elegante talla de respetable presencia en todos los espacios de nuestra sociedad. Excelentísimo señor Embajador representante del Ecuador en internacionales escenarios, dignísima imagen de nación.
Humanista hombre de gran corazón, fiel a sus principios de ética y moral. Estudiante fundador de la Pontificia Universidad, en la Facultad de Derecho dando fama a su universidad. Inteligente maestro con profunda vocación en formar estudiantes en la fe y moral. Católico practicante, hombre de gran bondad que estrechando su mano su diplomacia nos dio. Sonrisa serena llena de amabilidad, muy culto y docto en su forma de hablar.
Al partir hoy de Quito en viaje a la eternidad, el buen Dios que es todo Amor en sus brazos le acogió. Y si el Ecuador hoy llora su partida hacia la patria celestial, erigimos un monumento a su memoria en nuestra mente y corazón.