Una frase que nuevamente resuena con eco en América Latina y en el mundo por la muerte del Coronel Hugo Chávez Frías, Presidente de Venezuela.
No hay muerto malo ni novia fea, sin embargo lejos de todo apasionamiento subjetivo el mundo debe evaluar la gestión realizada por Chávez.
Toda gestión tiene beneficiarios y afectados, muy importante es evaluar técnicamente esa gestión, con indicadores económicos que señalen el estado de Venezuela, si Chávez lo transformó en un estado productivo que genera empleo o en un estado rentista que únicamente basa su economía en los altos precios del petróleo, generando popularidad y afecto con dinero mediante la entrega de bonos, bono por cumplir la mayoría de edad, legalización de los ranchitos, etc.
Sorprende el irrespeto de la Constitución de Venezuela, pues según constitucionalistas de ese país, la persona llamada a gobernar interinamente es el Presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, pero asume el mando Nicolás Maduro.
¿Qué garantía existe del respeto a la constitución, y a los procesos jurídicos necesarios para la buena administración de ese país?
¿Qué garantía existe sobre la realización de un proceso electoral transparente? Independientemente de las pasiones políticas, los ciudadanos están llamados a hacer respetar su carta magna. Es comprensible el dolor por la partida de una persona, pero no se puede justificar las declaraciones del Vicepresidente Ejecutivo Nicolás Maduro quien manifiesta que el cáncer le fue inducido a Hugo Chávez.
Una acusación de esa naturaleza es muy grave y debe ser sustentada con las evidencias respectivas sino es una calumnia la cual desacredita por completo al señor Nicolás Maduro.