El sábado 23 de octubre de 2015 se publicó, en la sección Cartas al Director, con el título de Gastos nada abstractos, una bien concebida y redactada por Guillermo Falconí Morales, con un listado de recomendaciones para que el Gobierno recorte el excesivo gasto público y logre reducir los efectos negativos que se sienten en la economía diaria de los ecuatorianos.
A lo sugerido en la carta me permito agregar que es indispensable recortar de manera urgente y significativa el enorme ego de las principales autoridades gubernamentales y de la Asamblea Nacional para que puedan escuchar, entender y procesar el clamor ciudadano pidiendo reformas y cambios de las políticas implementadas en materias económica, jurídica y social. También, deben recortar y eliminar, de ser posible, la vanidad de los sabelotodo y la soberbia de los que se creen predestinados a conducir a los ecuatorianos como si fuéramos ingenuos, ignorantes y extraviados en el mundo dominado por los iluminados y obedientes servidores de la revolución ciudadana. De no recuperarse la modestia, la sencillez y la humildad propia de estadistas de renombre mundial veo muy difícil, casi imposible, alcanzar las necesarias y urgentes rectificaciones.