Si los ecuatorianos fuéramos disciplinados, nuestro querido país, sería diferente y hace muchos años hubiéramos logrado salir del subdesarrollo que nos agobia, por supuesto, sin el ‘concurso (…)’ de tanto irresponsable político, que ha sido la perdición del Ecuador.
Ya lo dijo Charles Lemesle: “Hacemos las reglas para los demás y las excepciones para nosotros mismos”.
Los que dicen gobernarnos, a través de los tiempos, debieron comenzar por hablar siempre con la verdad y dar ejemplo de comportamiento, transparentando todas y cada una de las acciones que emprendan, a favor de los ecuatorianos y no en provecho propio, como aquello de decir una cosa y hacer otra. Ya es hora que con la disciplina, haya una cooperación incondicional, entre todos y así logremos finalmente la civilización.
Duque De Levis, afirmaba: “Estableced el orden: el hábito se encargará de mantenerlo”.