El alcalde de Quito, Augusto Barrera Guarderas, está por terminar su período para el cual fue elegido democráticamente. La gratitud es símbolo que identifica a los seres humanos; por lo mismo, es justo reconocer: la repavimentación de varias vías (la Simón Bolívar, la Mariscal Sucre, etc.); la construcción de la Ruta Viva, la Collas, el puente sobre el río Chiche, etc.; la terminación e inauguración del aeropuerto en Tababela; los centenares de parques barriales y los megaparques (Metropolitano del Sur, Bicentenario, Guápulo, etc.); los estudios de ingeniería y la Fase I del metro de Quito; en fin
. Empero, como humano, también hubo errores de por medio. Mas, pesa más lo positivo que lo negativo. Esté seguro, Augusto, que más temprano que tarde, la ciudadanía quiteña sentirá su ausencia. Hay que darle tiempo al tiempo.