El irrespeto a las paredes y murallas de Quito, llenas de grafitos o manchas es un problema. Hay un caso grotesco en este tema y es el de las murallas que quedan en la av. Amazonas casi al intersecarse con la av. Orellana, que pertenecen al Colegio Militar. La intención y el hecho de haber pintado los rostros de muchos ecuatorianos que han sobresalido y sobresalen en nuestro país en los campos político, cultural, espiritual, deportivo, etc., es muy buena y así lo han denominado a ese trabajo como “Orgullo nacional”, y en efecto, en esos muros se han impreso las figuras egregias de personajes como de García Moreno, Eloy Alfaro, Kingman, Jefferson Pérez, Martha Fierro, Velasco Ibarra, etc., pero qué pena e indignación, a esos retratos los han manchado y pintarrajado atrozmente, ocasionando una desfiguración de los mismos, dando más bien un espectáculo público de burla a esos ilustres compatriotas. Así han permanecido por muchos años; evidentemente esas efigies deben tener más bien un lugar apropiado que esté alejado de personas que buscan hacer el mal con este tipo de actitudes.
Creo que las autoridades municipales en materia de ornato de la ciudad deben hacer algo porque se solucione esta tremenda falencia urbana.