He leído, con estupor, la columna del Dr. Enrique Ayala Mora: “Correa contra los militares” (EL COMERCIO, 20/05/2016), porque, indudablemente, su contenido no deja de considerar el retorno del “arbitraje militar” (derrocamiento del presidente de la República, Rafael Correa), porque “aunque los militares se aguanten las provocaciones, puede llegar un momento en que la falta de recursos, la tendencia crónica a agredir y dividir al país, el peso de los impuestos, el desempleo, la corrupción rampante, la desdolarización no contenida o una crisis bancaria nos lleven a una paralización y al desgobierno”, lo justificaría. ¿Qué tal?
Señalo que el Dr. Ayala Mora tiene todo el derecho para exponer sus visiones subjetivas acerca de la realidad nacional, pero aunque tales visiones fueran objetivas, su derecho a expresarlas debería tener presente que la Constitución de la República vigente deja muy en claro que el sector militar no es más el garante de la democracia, que es patrimonio de la voluntad soberana del pueblo. Esto implica que el “arbitraje militar” está vedado absolutamente, sin que importen las “condiciones internas y sobre todo externas”, presentes en momentos de democracia, con todas sus imperfecciones.
Indudablemente que los lectores de periódicos hemos aprendido a leer entre líneas y esto deben sopesar debidamente los columnistas de los medios.