Después de 48 años de triunfos y glorias de una carrera exitosa de este querido club, y habiendo obtenido en tiempos pasados muchos campeonatos nacionales, incluso compartiendo sus éxitos y alegrías con el pueblo ecuatoriano, el equipo en los últimos años se ha venido a menos y creo que es el momento oportuno para que la institución militar permita en un futuro inmediato que el equipo se desenvuelva en base de un nuevo modelo de gestión a través de inversionistas, sociedad anónima, accionistas u otras modalidades actuales de inversión .
Se ha demostrado que el jugador nacional bien preparado puede alcanzar objetivos superiores, pero parece que algunos futbolistas han perdido la responsabilidad a su trabajo y el cariño a su equipo, sumándose aún mas factores negativos como: las limitaciones reglamentarias en su estatuto, la no obligatoriedad del aporte económico del personal militar en servicio activo, falta de visión estratégica y muchas causas más. Todo esto, no le permiten al equipo competir en condiciones similares con los otros clubes del país, mucho menos que el fútbol profesional actual es una gran empresa deportiva que se mide solo con resultados ,y exige de cada jugador nacional o extranjero disciplina, trabajo, entrega y esfuerzo, así como de sus dirigentes una gran experiencia administrativa y responsabilidad, estas son las razones más que suficientes para que en una asamblea general extraordinaria de todos sus socios se analice primero la nueva organización: estructural, financiera y legal de este club para así poder competir en el futuro con éxito tanto en torneos locales como internacionales, y evitar así la cada vez mayor ausencia de socios, hinchas y simpatizante.