El fanatismo nos lleva a construir ídolos y mitos de personas que solo han acumulado fama, poder, dinero y mujeres. Sin embargo, hay personas que trabajan por tener un mundo mejor para nosotros que están haciendo cosas relevantes y trascendentales para salvar este planeta y la humanidad. Personas que trabajan por la paz de este mundo. Estas si son personas dignas de admirar y son estos los modelos que debemos mostrar a nuestros hijos, y no ofrecerles ídolos que se autodestruyen a sí mismo. Desmontemos ídolos ¡Al final… solo somos polvo. Y nos vamos sin enterarnos que en ese polvo habitó la Divinidad.