He revisado el vigente Reglamento de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), en la Sección VI, De las Organizaciones Estudiantiles; entre su articulado he encontrado profundos contenidos como: la elección de los gobiernos estudiantiles pretende una formación integral del estudiante, encaminar al ejercicio de la democracia y cultivo de los valores cívicos y ciudadanos.
Los candidatos a la representación estudiantil deben acreditar honestidad académica y altos niveles de rendimiento académico en sus estudios. El presidente y vicepresidente no podrán ser reelegidos. La campaña debe realizarse en un ámbito de cordialidad, compañerismo y respeto. En un manual complementario, se dispone organizar un debate entre los postulantes y, se prohíben los obsequios de parte de los candidatos a sus electores.
De otro lado, la presente campaña, que ha arrancado en forma abrupta y anticipada, me pregunto: ¿constituirá una lección de democracia para los niños, adolescentes y adultos? ¿En la nómina de postulantes estarán los más honestos y de más alto nivel de preparación? ¿No habrá candidatos a la reelección? ¿Existirá durante la campaña un ambiente de cordialidad, compañerismo y respeto mutuo? El CNE habrá planificado los debates. Estarán vetadas las “generosas” donaciones de gorras, camisetas, banderas, licor, etc.
¿Por qué para los políticos sí y no para los estudiantes de básica y bachillerato o viceversa? ¡No comprendo! Lo cierto es que, la forma más eficiente de enseñar es con el ejemplo, caso contrario estaríamos frente a un acto carente de sindéresis.