Cifras de la Cámara de Industrias y Producción indican que en los 4 años del modelo socialista, la economía ecuatoriana se está encogiendo. Pero la Senplades niega la realidad, llamando “cuento del neoliberalismo” al nuevo balance económico presentado. Aunque lo quiera ocultar la propaganda oficial, el modelo económico de repartir antes de producir desincentiva la inversión, desmantela el aparato productivo, aumenta las importaciones y con ello, genera desempleo, pobreza y reduce las oportunidades para todos. Al cambiar las leyes constantemente, el Gobierno patea el tablero de juego y siembra la inseguridad jurídica. Como esto reduce la inversión nacional, el modelo socialista manda a aumentar los impuestos (y el costo de la vida). Nuestra economía tuvo el peor crecimiento del PIB de la región, con 3,3%, frente a Perú con 7%; el Uruguay con 6,9%, y la Argentina con 6,1%. Los estudios de fundaciones regionales como la Cepal hablan de una “milagrosa” recuperación de las economías latinoamericanas, en contraste con la realidad del Ecuador.