En la actualidad el sector público presenta un nivel de liquidez mucho mayor que la liquidez del sector privado. Las razones de estas son varias, pero en el caso del Ecuador se da por la alta presencia e intervención del Estado en actividades que le competen al sector privado.
El Estado, en la actualidad en Ecuador, es demasiado grande y su gasto supera con creces el nivel de egresos de muchos gobiernos anteriores. Es así que con el objeto de financiar la voracidad gigantesca del Estado, en el Ecuador, no le alcanzarán los ingresos de tipo petrolero sino que deberá recurrir a un permanente aumento en la recolección fiscal a través de tasas, multas variadas, impuestos y aranceles, la mayoría pagado insensatamente por el sector privado.
En definitiva, se podría observar el efecto expulsión (información aportada por un Doctor PhD en Economía de la Universidad de Davis California) en donde el gasto público expulsa el gasto privado a través de una reducción de la liquidez del sector privado debido a un asombroso aumento de su carga tributaria.
Esta política no es sostenible, ya que eventualmente los gastos superarán los ingresos y el sector privado llegará a su mínimo, la deuda será mayor y ciertamente una crisis ocurrirá.
La solución es una retirada controlada del Estado de los sectores y actividades económicas que no le compete y promover al sector privado en la generación de producción y como consecuencia de empleo.
Ejemplo, se necesitan 20 000 policías y existe un superávit de 20 000 militares, entonces no contraten a más policías como es la oferta de campaña y en vez de eso conviertan a dichos militares en policías, como ocurrió en 1990 en Panamá, con lo que solucionan el déficit de policías, resuelven el problema de la seguridad de los ciudadanos. Y se hace una contracción controlada del tamaño del Estado.