Soy partidario del ex candidato G. Lasso, pienso que él es la persona más idónea para gobernar al Ecuador pero, ha sido certificado por el CNE, el Sr. L. Moreno como presidente, realidad respecto de la que me he devanado la cabeza pensando cómo cambiarla o eludirla sin hallar solución. Democráticamente hay que esperar el nuevo proceso electoral de 2021 y, mientras tanto, debo actuar a favor de mi patria. Sobran pruebas para demostrar que el presidente, L. Moreno está condicionado, sometido, vigilado, maniatado, dirigido, mediante el sistema con el que queda cercado. En esas condiciones el gobierno de L. Moreno es inviable, va hacia el desastre nacional y a un final desastroso de sí mismo. Propongo a los ciudadanos despojarnos momentáneamente de las convicciones políticas y cerrar filas alrededor de Lenin Moreno, para que gobierne guiado por la razón y la técnica y no por la pasión política. Transmitámoslo poder ciudadano, levantemos su autoestima, hagamos que se yerga sobre sus debilidades, que con nuestro apoyo tome conciencia de que puede llegar a ser el Gran Hombre que salvó al Ecuador, para lo que primero debe sentirse libre, capaz de sobrepasar las injerencias. A esa sensación de libertad llegará L. Moreno si lo apoyamos masivamente la mayoría de ciudadanos que actuamos sin esperanza de recompensa y sin temor al fanatismo político.