Amartya Sen, el famoso Nobel de Economía, expresó en su libro ‘Desarrollo y libertad’, que el desarrollo no es sino la vía para obtener la libertad. A propósito de la libertad, en Ecuador aún necesitamos poner especial atención a la “agencia de las mujeres” para obtener un verdadero cambio social. Y es que a pesar de que en el art. 333 de la Constitución se impulsa la reciprocidad de hombres y mujeres en el trabajo doméstico y en las obligaciones familiares, aún queda mucho para alcanzar dicha meta.
Son muchas las madres ecuatorianas que se sacrifican, luchan y trabajan por aquellos que algún día seremos agentes productivos de la patria. Sin embargo, el trabajo debe ser más equitativo en el hogar. Tenemos que comenzar a cambiar nuestra mentalidad en Ecuador y empezar a dividirnos el trabajo, para “excluir” de alguna manera a las madres de su “trabajo no remunerado”. Produzcamos por lo menos lo que consumimos.