En 2012, en este mismo espacio, quien suscribe esta carta informó que, debido a un quiebre tecnológico, la producción de petróleo en Estados Unidos se incrementaría extraordinariamente y que los precios del crudo caerían. A la vez, sugerimos que el Gobierno debía buscar fuentes alternas de ingresos para proteger la dolarización. Extrañamente, nadie prestó atención, a pesar de que esta información era pública en medios especializados. ¿Las autoridades petroleras leen esta literatura?
Ahora estamos pagando los platos rotos y la sociedad está nerviosa, ya que nuestro mayor activo –la dolarización- debe ser preservado. Para tranquilidad de todos es bueno saber que, por asuntos de oferta y demanda, los precios del crudo volverán a subir en el corto plazo y vendrá un nuevo ‘boom’ que perdurará varias décadas, hasta que el petróleo deje de ser el principal proveedor de energía.
¿Razones? Una: muy pocos países tienen capacidad de incrementar la producción, mientras la demanda sigue subiendo. Dos: la industria petrolera es intensiva en capital y ha dejado de invertir USD 300 000 millones, lo cual significará menos oferta futura.
El Ecuador tiene el reto de superar algunos meses más de precios bajos, para luego volver a vivir el que quizás sea el último ‘boom’ petrolero. Esperamos que los próximos gobiernos sabrán administrar lúcidamente este nuevo ‘boom’, diversificando la economía.