Dudé acerca de escribir o no esta carta, ya que el tema es recurrente y los resultados, nulos. Negligencia, indolencia, indiferencia son algunos de los sustantivos que al añadir el sufijo adecuado, describirían la actitud de las autoridades encabezadas por Germánico Pinto, en relación al estado deplorable de la vía entre San Pedro del Valle de Nayón y Cumbayá. Tal parece que se han tomado muy a pecho la frase “Ver, oír y callar”, ya que a pesar de los múltiples reclamos, nada han hecho desde hace más de tres años cuando esta ruta se abrió al público. Los rellenos con tierra, que en dos tramos formaron montículos, que también están deteriorados, fueron una “solución” peregrina de hace meses que no sé quién dio para paliar en algo la condición del desdichado empedrado que continúa exigiendo de los conductores suma atención y destreza a fin de no caer en las docenas de baches que se encuentran por doquier. Además, con el inminente verano, los resignados que transitamos por ahí, recordamos a diario la clásica canción Otro que muerde el polvo, más aún cuando reaparecen las alergias respiratorias de nuestros hijos. Vergonzoso el letargo y la desidia; persistente y frustrante la ausencia de un líder que ordene el inicio de tan urgente obra. ¿Deberá intervenir el Primer Mandatario para que el Municipio o la EPMMOP hagan algo ya?