Pensando en las carreras que colorean las calles de Quito, ciclistas que con furia del alba rodean La Carolina, o nadadores que retando al frío de la madrugada apuestan su victoria, escribo estas líneas.
Y tras ver su tenacidad surge la pregunta: ¿qué inspiración encuentran para contraponerse al tiempo, al clima o las arduas ocupaciones de la vida, y conspirar con el alba para cumplir sus entrenamientos? La respuesta encontramos resumida a una sola palabra: VIDA.
Pensando en ella y todo cuanto la compone: salud fortaleciéndose con la actividad, bienestar por encontrar en cada reto una nueva oportunidad, y plenitud al unir con sutil sencillez la complejidad; renacen con la fuerza del sol bélicos atletas dispuestos a suprimir el sedentarismo y conformidad que en nuestros días acecha la vida. Nada mal nos vendría tomar tan valeroso ejemplo.