Cuchicheo y abucheo

La primera ha de referirse a hablar en voz baja, casi, casi de manera que no se entienda por todos los presentes, siempre en grupos que piensan lo mismo y de temas que se quiere impedir que oigan los que pertenecen a otros grupos. La crítica escondida hace mucho daño. Es un simulacro de valentía mal entendida. Las verdades que no se escuchan no son verdades, por lo tanto, no sirven de nada. Los murmullos hacen daño a la verdad. Hablar claro y con respeto enaltece las ideas de las personas.

La segunda se refiere a emitir sonidos, en este caso, lo oyen todos los presentes. Los que lo realizan intentan demostrar su inconformidad y que esa crítica lo escuchen principalmente los que no comulgan con sus ideas. Se quiere e infundir recelo. Lo usan las personas que se esconden en el anonimato. Qué mejor lugar para pasar cobardemente desapercibidos que en grupos que no logran hablar y prefieren el grito y el silbido. Allí también se afecta la verdad en grado sumo. El insulto que se esconde en esas actitudes no aporta en nada para esclarecer las ideas .

Si pretendemos ser escuchados debemos buscar todas las maneras posibles de lograrlo. Si vemos que nuestro derecho a disentir puede ser afectado por una ley debemos pronunciarnos con altivez, respeto y sin claudicar. Cuchicheo y abucheo, dos actitudes que nos denigran.

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