Me dirijo comedidamente, con el fin de darle a conocer cuál es la posición del Gremio de Farmacias Privadas del Azuay respecto de la Subasta Inversa Corporativa de Medicamentos, tema que fue abordado por este Diario en la página 8 del 14 de enero; y, en el cual, se exponían las supuestas críticas de los farmacéuticos a dicha iniciativa.
La presente carta responde a la estricta y justa necesidad de aclarar que al utilizar el término ‘farmacéuticos’ conforme a la Ley Orgánica de Salud y su reglamento se está incluyendo no solo a los laboratorios, comercializadores, distribuidores, representaciones. También, se está haciendo referencia a nuestros establecimientos (farmacias) y profesionales inmersos en este servicio vital, para salvaguardar la atención primaria de salud en nuestro país.Como representante del Gremio debo manifestar que estamos de acuerdo con las características, objetivos y principios que se están aplicando en la Subasta Inversa Corporativa de Medicamentos. Cabe recalcar que hemos participado en la socialización del proceso desde su etapa inicial, así como, observado y vigilado activamente el desarrollo de esta compra de medicamentos ejecutada por el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) en coordinación con la Red Pública Integral de Salud. Nuestro respaldo a lo que se está haciendo obedece a que somos actores y conocedores desde hace 32 años del mercado farmacéutico, ya sea a través del Consejo Nacional de Fijación de Precios de Medicamentos de uso y consumo humano, Congreso Nacional, Red Pública Integral de Salud, Enfarma y, demás organismos y empresas públicas y privadas comprometidas con el bienestar de la población ecuatoriana en el campo de la salud.
Con estos antecedentes, las farmacias privadas del Azuay consideramos que la actual Subasta Inversa Corporativa de Medicamentos, a diferencia que la realizada en el 2011, ha cumplido hasta el momento con el objetivo principal de procurar medicamentos de calidad y al precio más conveniente para el Estado ecuatoriano; lo cual, redundará en beneficio de los pacientes asistidos por la Red Pública Integral de Salud.
Finalmente, aspiramos el funcionamiento de una planta propia del Estado ecuatoriano, con lo cual se disminuirían ostensiblemente los costos de producción de fármacos en el país, y se aumentaría de manera verídica el Valor Agregado Ecuatoriano.
En tal virtud, y en vista de que la posición de nuestro gremio se contrapone con la información que ustedes difundieron, le solicito publicar la respectiva aclaración, ya que como parte del sector farmacéutico, sí respaldamos esta iniciativa del Gobierno Nacional y de sus instituciones.