Lo que está ocurriendo en Venezuela en estos días es algo monstruoso y bien puede calificarse como crímenes de lesa humanidad, pues ya se han registrado hasta el momento, como ocho o más víctimas mortales e innumerables heridos.
Es incomprensible, Venezuela tiene un enorme poderío económico, debido a la exportación de petróleo en miles de barriles al día, a más de que cuenta con una reserva de las más grandes del mundo, sin embargo esta riqueza no está ni lejanamente bien aprovechada, pues “obsequia” petróleo a países amigos o les facilita a precios ínfimos; algo incomprensible es que la empresa estatal Petróleos de Venezuela Pdvsa requiere de inversiones millonarias para poder seguir operando y aprovechar su gran riqueza.
Prácticamente nada se produce en el país y existe una escasez de productos básicos, situación que tiene ya al borde de la desesperación a la mayoría si no a todos los venezolanos, entre los que con seguridad se encontrarán también partidarios del Gobierno que obviamente no pueden manifestar su descontento.
Toda esta situación caótica ha ido deteriorándose día a día por la “inmadurez” del Presidente actual que trata de imponer su voluntad a toda costa y que claramente deja ver que sufre de alguna perturbación mental que no tiene cura. Las manifestaciones de la oposición son multitudinarias y son reprimidas por la fuerza.