Esta carta servirá para alertar a la ciudadanía sobre los derechos que tenemos y a las autoridades del Municipio sobre la obligación que tienen de garantizarlos.
Y no como en mi caso que, incluso, he tenido que recurrir a la Comisión Anticorrupción del Municipio, sin resultado alguno. Entiendo que el espíritu de cuerpo en esa institución es un limitante.
Eso, a pesar de haber fallado en más de cuatro distintas instancias, por más de cuatro diferentes profesionales y comisarios de la Agencia Metropolitana de Control, a favor de que se mantenga la suspensión de obra (único mecanismo de presión para que los infractores remedien los graves daños ocasionados a mi propiedad) por parte de una empresa constructora.
Incluso la Procuraduría del Municipio, en el recurso de apelación y luego en el recurso de revisión, se pronuncia a favor de que la suspensión de obra se mantenga. Pero los comisarios cuestionados simplemente no la ejecutan, seguramente por los compromisos que ya tienen con los constructores.