Cuando les convenía, no importaba el costo de una consulta porque había que escuchar “la voz del soberano”, ahora hay que tomar en cuenta los 60 millones que el proceso implicaría. Cuando se preguntó sobre las cuentas en paraísos fiscales, la consulta no tenía dedicatoria en contra de candidato alguno, ahora si se preguntaría sobre la reelección indefinida el proceso estaría dirigido y restringiría los derechos de su líder. Cuando en la última campaña se utilizaron los medios públicos para difundir extensos “reportajes” sobre el feriado bancario y se sancionó a los medios privados que no lo hicieron, se dijo que era un tema de interés nacional, ahora que se da cobertura a los terribles escándalos de corrupción, se los acusa de obedecer a oscuros intereses y se amenaza con demandarlos por linchamiento mediático. Cuando en la campaña se dijo que quedaba la mesa servida, resulta que nos han comido al cuento y que el presupuesto para el servicio de la deuda ha sido mayor que el de salud, educación y seguridad juntos. Mentes algo más que lúcidas.