Los viajes del Mandatario a los países árabes le han causado un daño irreparable y una emoción indescriptible, pues la permanencia indefinida en el poder de reyes, príncipes, emires, califas y sultanes en esas tierras le ha llevado a la convicción de que por procuración divina le corresponde continuar indefinidamente ejerciendo la jefatura de este pequeño “sultanato”.
A su regreso de Riad, ha propuesto a la Asamblea Nacional que a la reforma relativa a la reelección indefinida se incorpore una disposición transitoria para tomarse unas “merecidas” vacaciones hasta el año 2021.
Los incondicionales y sumisos súbditos (legisladores) han acogido “sin titubear” (según expresión del beneficiario de la transitoria) y con supremo entusiasmo su imperativa orden, y se aprestan a acomodarle la manoseada Constitución para que en el 2021 tenga lugar la investidura de califa o sultán criollo de este paraje andino. ¡Prohibido titubear!