Thomas Hobbes sostenía que la creación del Estado se justificaba para evitar el infructuoso desencuentro entre seres humanos, la discordia, la guerra. El Estado se reservaba el uso de la violencia para imponer la paz.
Identifica como causas de riña el espíritu de competición o deseo de ganancia, la sensación de inseguridad y la ambición de gloria o reputación. Solo el temor a la muerte produciría la paz.
El Estado no es el gobierno de moda. Pueblo y funcionarios con humildad debemos reconocer nuestras imperfecciones. Pedir perdón cuando hemos desviado el camino de la razón y la ética.
El paradigma del líder que justifica un pueblo no es prudente. Elegimos humanos a nuestra imagen y semejanza para que nos sirvan en el bienestar de la nación.
Exhortamos al ciudadano común con capacidad de escucha, respeto, integridad y asesoría pertinente, a ejercer su derecho a la sabiduría.