La frase “piensa mal y acertarás” tiene un significado claro, que es desconfiar. Por lo fácil que se le hizo al ex ministro de hidrocarburos poner pies en polvorosa, no cabe más que pensar mal y concluir que algún pajarito asesor afincado en estas petroleras tierras le aconsejó que lo antes posible se tome unas “merecidas” vacaciones indefinidas, y que tenga la bondad de “regresar” solamente cuando la diligente, activa y dinámica fiscalía solicite su inmediata extradición. Con la intervención o no de un pajarito consultor, el hecho real y cierto es que el ex ministro se anticipó a los deseos irrefrenables de la fiscalía de frustrarle el gran escape. ¡Digno de película para un Oscar!