Muy acertado por parte de EL COMERCIO al darnos el artículo de Fernando Carrión sobre el traslado de “Carondelet al Epiclachima”, así como el de Susana C. de Espinosa “Los colibríes van a México”, del 21 y 27 de septiembre. Ambos revelan moderación, conocimiento y aporte. Bastarían estos para reflexionar sobre lo que está sucediendo últimamente en Quito, con respecto a decisiones para la ciudad. ¿Se está perdiendo lo esencial en lo que respecta al Patrimonio y el sentido común en la imagen urbana de la ciudad? Para muestra basten los ejemplos de la “colina” artificial en la cabecera sur del antiguo aeropuerto o las “esculturas” de la Eloy Alfaro y República. Y con respecto al Patrimonio, no es solo considerar algunos edificios “feos” (crónica del 27/09), sino volver a las raíces y principios de la Conservación Patrimonial. Se sabe que el Concejo Municipal aprobó ya el derrocamiento del edificio de San Agustín, para construir otro parque. ¿No sirvió la experiencia de la García Moreno y Mejía?