Lo de meter las manos en la justicia, me pareció un acto de mucha franqueza y ligereza, que en la práctica, se la está aplicando a ‘rajatabla’. A confesión de parte, relevo de prueba. La inseguridad jurídica que existe en los diferentes juzgados, es verdaderamente de miedo, primero por las largas demoras de siempre (mal sin remedio) y por la falta de práctica y conocimiento de la mayoría de los nuevos jueces, que fueron cambiados al apuro y sin respetar a jueces de experiencia y vasto conocimiento jurídico, ¿quién sabe por qué motivo?
Quisiera pensar que por ser Quito la capital de la República, debe tener un igual o mejor trato que las otras ciudades, por ejemplo Guayaquil, y es exactamente lo contrario.
Como lo dijo Platón: “Yo declaro que la justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte”.