Soy una estudiante adolescente. He pensado continuar mis estudios universitarios en el extranjero y los créditos educativos serían de mucha ayuda para seguir la carrera que deseo.
Pero las reformas al monto aprobado podrían ser una limitante para cumplir con mis expectativas.
Entiendo que en la actualidad y con base en las expresiones de varios jóvenes en el artículo publicado en este Diario, el 24 de enero, existen carreras y maestrías que cuestan más del valor máximo aprobado dependiendo de la carrera y el lugar escogido.
Mi recomendación es que se dé prioridad al financiamiento educativo para favorecer la calidad en la educación.