Es la triste historia del Ecuador, desde la Colonia hasta nuestros días, dependientes siempre de un solo producto.
En el siglo XVII, prósperos productores textiles, hasta que la competencia desde Inglaterra nos sumió en una larga crisis. Luego en el siglo XIX, el café, hasta que nuestros vecinos nos superaron, se acabó el milagro. El cacao en los inicios del siglo XX y con ello los “gran cacao”. Dos ciclos del banano hasta los años 60. Por último el petróleo en 1972, “sembrando el petróleo” los gobiernos militares dan el gran cambio hasta la nueva crisis de los 80 y 90. Vuelve el ‘boom’ petrolero hace 9 años: se ampliaron carreteras, nuevos edificios, más burocracia, más impuestos, etc. Caen los precios hace un año y empezamos una nueva crisis. Crisis, conflicto y pobreza hasta que aparezca otro boom: ¿será la minería del cobre, el oro o el mismo petróleo?
No importan gobiernos de derecha o izquierda; militar o civil; populista, empresario, banquero o revolucionario. Hemos sido incapaces de diversificar nuestras potencialidades en épocas de auge. Necesitamos un ‘boom’ mental y ético.